jueves, 1 de enero de 2009

Disipando [las] tinieblas desde adentro del corazón.


Disipando [las] tinieblas desde adentro del corazón.

Una breve explicación de cómo practicar [la] meditación
sobre la profunda vista media

por Gyalwa Gendun Gyatso, el segundo Dalai-Lama (1475-1542)

Homenaje al Protector Manjûshri,
el suave y melodioso Bodhisattva de [la] sabiduría.

¡Oh Manjushri!, personificación de la sabiduría de [la] vacuidad,
fresca y torbellinante nube, tras la cual juegan miles de rayos de sol,
montaña de oro, radiante, abrazada por arco iris;
a aquel cuyos pies -cual flores- danzan sobre las cabezas de cien dioses,
ruego: entra en mi corazón y dispersa la oscuridad de mi prensión a
vistas extremas.Homenaje a Nagarjuna y sus hijos espirituales
y a Lama Tsong Khapa y sus discípulos,
los cuales fueron todos profetizados por Buda mismo.


En reverencia a ellos, asiento aquí este texto
Que clarifica la práctica de la vista más allá de [todos los] límites.


El Bodhisattva Manjushri dio -personalmente- a nuestro Lama Tsong Khapa una especial enseñanza -de transmisión oral- sobre la práctica de [la] vacuidad. Conocido en todas partes como Líneas directrices de la vista media, este método da vida última a la práctica de ambos, [el] sûtrayâna y [el] tantrayâna.
He pensado que sería acaso útil escribir sobre él, en pocas palabras, fácilmente comprensibles.
El método tiene dos fases: las prácticas preliminares y la práctica factual.

Los preliminares
Visualizad al Bodhisattva Manjushri como siendo inseparablemente uno con Lama Tsong Khapa y [con] el Lama que os ha dado personalmente enseñanzas sobre [la] vacuidad. Generad entonces, en su presencia, energía espiritual y purificáos de [las] actitudes negativas y [las] huellas kármicas a través de la ofrenda -a él- del rito de siete ramas.
Finalmente implorad -a él y a las órdenes de [los] gurus del linaje- conceder en vosotros poderes de transformación -con los cuales ser capaz de engendrar todas las realizaciones del sendero- dentro de vuestro torrente mental.
Hay muchos modos de visualizar a Manjushri y [a] las órdenes de [los] gurus del linaje. Los tres principales son: sobre vuestra cabeza, en el espacio frente a vosotros y en vuestro corazón.

La práctica factual
Consiste en dos partes:
I/ Cómo practicar la meditación sobre la ausencia de ego de la persona (id est, el "yo") y
II/ Cómo practicar la meditación sobre la ausencia de ego de [los] demás dharmas (id est, [los] fenómenos).

I/ Meditación sobre la ausencia de ego de la persona.

Se divide en dos acápites:

A/ El discernimiento de qué es lo que se significa por "ausencia de ego de la persona" y
B/ Habiéndole discernido, [d]el mantenimiento de una conciencia de ello.

A/ Primeramente, del discernimiento de qué es lo que se significa por "la ausencia de ego de la persona".

La mayoría de las escrituras enseña la ausencia de ego de los fenómenos antes de tratar [de] la ausencia de ego de la persona, mas, en la práctica factual, el comenzar con [la] meditación sobre la ausencia de ego de la persona es -generalmente- considerado ser más beneficioso. Por esta razón, explicaré primero [el] cómo practicar [la] meditación sobre la ausencia de ego de la persona.
También se acepta generalmente que, si uno comprende los cuatro esenciales, descubrirá fácilmente la vista media o [sea] el significado de la vacuidad.

Estos cuatro son: (a) el esencial del reconocer lo que es significado por "el "yo" producido por la prensión innata de [una] existencia inherente"; (b) el [de] reconocer cómo este "inherentemente existente yo" debe relacionarse con el cuerpo y [la] mente, [es decir] si este existe en el modo en el que suponemos que existe; (c) el [de] comprender cómo este "inherentemente existente yo" no puede ser uno con el compósito de cuerpo y mente; y (d) el comprender cómo no puede ser separado de ellos.

(a) El esencial del reconocer (lo) que se significa por "el "yo" producido por la prensión innata de existencia inherente".

Cuando estamos profundamente dormidos y experimentamos un sueño, el falso "yo" ejerce un agarre muy fuerte en nuestra mente. Miradle de cerca y preguntad: ¿Dónde está?, ¿Cómo ejerce su influencia? ¿Cómo opera y cómo funciona?.
Este falso "yo" parece existir independientemente e inherentemente como algo [que estuviese] dentro del compósito de cuerpo y mente, sin dependencia del proceso de etiquetaje mental o imputación. Por ejemplo, si tropezamos en la noche y chocamos contra un pilar, pensamos: "-¡Ah!, un pilar-". Tenemos un pensamiento o sentido de "pilaridad", de algo que estuviese ahí, con la capacidad de ocupar su sitio y de existir separado de -e independientemente de- nuestra imputación mental o proyección.

(b) El esencial del reconocer lo que se significa por "el "yo" producido por la innata prensión de existencia inherente".
Si este "yo" -que pensamos existir inherentemente dentro del marco de nuestro cuerpo y mente- existe, fácticamente, debe entonces hacerlo (ya) sea como una entidad que es una con ellos o como una entidad que es diferente de ellos. No hay una tercera posibilidad. Debéis pensar profundamente sobre esto -y comprender cómo, si es uno con el cuerpo y [la] mente, no puede ser otro [más] que ellos y [que], si es diferente de ellos, no puede ser uno con ellos- y [comprender] cómo esto elimina cualquier otro modo de existencia de[l] "yo".

(c) El esencial del concebir cómo no puede existir sobre la base de existencia inherente como uno con ellos.
El "yo" -que es el producto de la innata prensión de existencia verdadera-, no puede ser uno con el agregado de cuerpo y mente, pues no puede existir como uno con el cuerpo, ni como uno con la mente.
¿Porqué no puede existir como inherentemente uno con el cuerpo?. Porque cuando decimos "mi cuerpo", las palabras mismas implican una diferencia entre "yo" y "cuerpo". También si pensamos en "el yo" y "el cuerpo", tenemos una fuerte sensación de que son diferentes. Más aun: después de la muerte del cuerpo algo viaja en la existencia cíclica y toma renacimiento y, si "yo" fuese uno -inherentemente- con "mi cuerpo" tal no podría ser: yo moriría con mi cuerpo. Debéis contemplar bien estas ideas y concebir cómo el "yo" no puede ser uno inherentemente con el cuerpo.
Tampoco es este "yo" inherentemente uno con la mente, pues[to que] cuando decimos "mi mente", las palabras mismas implican una diferencia entre "yo' y "mente". Y, si pensamos cuidadosamente en el "yo" y la "mente", nos da un fuerte sentido del su ser diferentes. También, una persona no puede existir sin una base de "mente" y, si "persona" y "mente" son lo mismo, esto implicaría que la persona no se basa sobre, mas es idéntica a [la] mente y viceversa: significando que nos quedamos con una "persona" no basada sobre [una] mente, lo que es imposible.
Podría dar mil razonamientos y reflexiones sobre esta materia y -pese a que [el] hacerlo deleitaría a aquellos muy versados en los cinco puntos de las escrituras- me abstendré. Este corto texto está destinado a principiantes y lo que he dicho antes es ya suficiente para darle al principiante una sospecha del propósito de este esencial y le privará [de] innecesaria confusión.

(d) El esencial del comprender cómo el "yo" no puede ser diferente del cuerpo y mente sobre la base de existencia inherente.
Si pensáis que el "yo" -que es un producto de la prensión innata de existencia inherente- es diferente del cuerpo y mente, esto quiere decir que el "yo" debe ser completamente no-relacionado con ellos.
Por supuesto [que] en el común sentido de las palabras hay una diferencia entre el "yo" y el "cuerpo y mente", pero, si esta diferencia es hecha sobre la base de existencia inherente, implica una desconexión completa. Así, si el "yo" fuese diferente inherentemente, seríamos capaces de remover mentalmente el cuerpo y mente y quedarnos con "yo" como un resto. Después de haber aislado cuerpo y mente deberíamos quedarnos con algo que pudiese ser tenido por representar [el] "yo". Mas, puesto que no es [tal] el caso, podéis entender que no son inherentemente diferentes.Por la práctica [de la] meditación sobre los cuatro esenciales de esta manera, seréis capaces de entender la vacuidad del "yo" -que es un producto de la prensión innata de verdadera existencia- que opera dentro del espacio de cuerpo y mente. Cuando comenzáis a comprender cómo este "yo" es
completamente infundado, estáis descubriendo la amplitud de la vista media -o vacuidad- por vez primera.
Aquellos que tienen instintos de familiaridad con [la] meditación sobre la vacuidad desde vidas previas serán en este punto colmados de alegría, como si acabaran de encontrar una posesión fuertemente querida, que hubiesen perdido. Aquellos que no tienen instintos de familiaridad con [la] meditación sobre la vacuidad desde vidas previas estarán llenos de un miedo intenso, como si hubiesen descubierto abruptamente la pérdida de un objeto profundamente querido.
Si ninguna de estas dos experiencias ocurre, significa que no discernís lo que se significa por "el "yo" que debe ser abandonado", id est, el "yo" que es un producto de la prensión innata. O [que], aunque le distingáis, no sondeáis el proceso que da una comprensión de su naturaleza falsa.

B/ Después de haber reconocido lo que se significa por "la ausencia de ego de la persona", el mantener una atención de esto es en dos partes:

(a) Durante la sesión de meditación, mantener la conciencia semejante-al-espacio y,
(b) Entre las sesiones de meditación, el mantener la atención que todas las cosas son como la creación de un mago.

(a) Durante la sesión de meditación, el mantener el alerta semejante-al-espacio.
El espacio es definido como la ausencia de lo que es tangible y obstruye [el] libre movimiento. La vacuidad -que es el objeto de nuestra discusión- no es, sin embargo, la ausencia de materia, mas [la] del "yo" -el que es un producto de la prensión innata de verdadera existencia-. Al haber discernido la no-existencia de este "yo", debemos concentrarnos en ella, uni-puntualizadamente. No vacilar, siquiera ligeramente, del sentido de esta ausencia de un verdadero "yo" experimentada en [la] meditación sobre los cuatro esenciales. Si vinierais a perder claridad de la experiencia [dicha], con una parte de la mente revisad rápidamente los cuatro esenciales, mientras se mantiene la atención semejante-al-espacio generada previamente. Juntad entonces el alerta renovada con la previa, mezcladles en una [sola] corriente y mantenedle ahora, en un flujo continuo ininterrumpido.
Algunos practicantes de este sistema de meditación piensan que [la] vacuidad significa que no hay absolutamente ningún "yo" y propagan la vista del "no-yo inherentemente". Esto erra el punto. Otros toman el "yo" que es el objeto de refutación en [la] meditación sobre la vacuidad y le esconden en lo recóndito de sus corazones y más bien atacan el "yo" que existe en el nivel funcional de la realidad. Esto también es un acercamiento totalmente errado.
Debemos aislar el falso "yo" de aquel que existe convencionalmente y destruir solamente el falso. Este es el significado de las enseñanzas de Buddha sobre [la] vacuidad.

(b) Entre [las] sesiones de meditación, el mantener la conciencia que todas las cosas son como una creación de [un] mago.
Por el contar con [la] meditación sobre los cuatro esenciales podemos detener la acción del falso "yo" proyectado por la prensión innata de verdadera existencia. Empero, en el lugar del cadáver de este falso "yo" debe quedar el alerta que todas las cosas que ante nos aparecen -[ya sea que] estemos desplazándonos, sentados inmóviles o durmiendo- son meras apariencias. Son como una creación mágica que aunque nos aparece como sustancial, es solamente algo que aparece a nosotros. Por su propia parte no tienen nada dentro de si que sea asido como real, verdadero o válido. Mantened una atención [en] que todo existe de esta manera ilusoria. Pese a que las montañas, las casas y demás [cosas] que ante nosotros aparecen, puedan parecer [en] mucho existir inherentemente por su propia parte, no existen realmente en la manera en que les percibimos. Son simplemente imágenes vacías. Nuestra comprensión de su verdadero modo de existencia es tan erróneo como es la percepción de alguien que mira y cree en los caballos, elefantes y demás conjurados por los sortilegios de un mago. Mantened una atención constante [en] que todo es como una creación de mago.
Esto completa la explicación de cómo practicar [la] meditación sobre la ausencia de ego de la persona.

II/ [El] cómo practicar [la] meditación en la ausencia de ego de [los] demás dharmas, id est, de los fenómenos, está bajo dos acápites:
A/ El discernir la ausencia de ego de los fenómenos y,
B/ Habiéndole discernido, mantener un alerta de esta.

A/ Primero [el] discernir la ausencia de ego de los fenómenos.

Los fenómenos se dividen en dos categorías: aquellos que son compósitos y, por consiguiente, son impermanentes y aquellos que son no-compósitos y, por consiguiente, permanentes. Los primeros son tres: [las] formas, [las] conciencias y lo que no es ni forma ni conciencia.
Si aplicamos los cuatro esenciales a una forma, tal como -por ejemplo- vuestro cuerpo, debemos reconocer -primero- de qué vuestro cuerpo "está vacío" en la teoría de la vacuidad. Esto es, debemos reconocer la falsa entidad -o concepto proyectado- del cuerpo, por ser refutado.
Cuando miramos a, o pensamos en el cuerpo, tomamos una imagen, la que es una mezcla de nuestra percepción del cuerpo físico convencionalmente existente y [de] una idea proyectada de algo [que] esté realmente ahí que represente inherentemente "el cuerpo". Esta idea afecta muy fuertemente nuestra percepción en las profundidades de nuestro corazón y controla completamente el sentido que tenemos de "cuerpo". Aislad primero la idea de "cuerpo inherentemente existente". Ved entonces lo que implica y cómo funciona.
La idea de "cuerpo inherentemente existente" se basa factualmente en nuestra percepción del cuerpo físico. Pensamos que algo entre la coronilla de nuestra cabeza y las plantas de nuestros pies existe para representar inherentemente "el cuerpo", [en] desatento de nuestra imputación mental o percepción. Nos prendemos de algo entre las cinco partes del cuerpo (brazos, piernas y tronco) como inherentemente existente con la habilidad de representar "el cuerpo". Mirad cómo esta idea de existencia inherente opera dentro de vuestro torrente mental y reconocedle como el objeto por ser destruido por [la] meditación sobre [la] vacuidad. Este es el primer esencial.
Si esta entidad que suponemos -de manera innata- representa el cuerpo, existe realmente, debe entonces estar en la parte superior del cuerpo, o en su parte inferior, o debe existir como una con el cuerpo o como distinta de el. El reconocer que esto es así es el segundo esencial.
Ahora, si debiese existir como una con el cuerpo, entonces hay dos cosas sobre una base: el cuerpo mismo y la entidad dentro del cuerpo que le representa inherentemente. Más aún: si esta entidad que representa inherentemente el cuerpo penetra el cuerpo entero, seríamos capaces -entonces- de
encontrar pies dentro de la cabeza y una cabeza dentro de los pies. Estos son los problemas que surgen si pensamos que una "corporeidad" existe inherentemente dentro del cuerpo. El comprenderles nos conduce al tercer esencial, la concepción que el objeto por ser refutado por [la] meditación sobre [la] vacuidad no existe como una -inherentemente- con su base de designación.
Alternativamente, si el cuerpo inherentemente existente viniese a existir como separado inherentemente de -o diferente al- cuerpo, entonces, por la disección mental del cuerpo en partes superiores e inferiores etcétera, deberíamos -después de haber quitado todo- quedarnos con algo que representase al cuerpo de dos brazos, dos piernas y un tronco. Mas no es así. De esta manera llegamos al cuarto esencial, la comprensión que la entidad que supuestamente representa una cosa, no puede existir como diferente inherentemente de -y separado de- ella.
Considerad todas las demás formas, tal como las montañas y las casas, de la misma manera. La cosa que se les representa supuestamente, ¿Es una con sus partes o diferente de ellas, tal como la tierra, [las] piedras y [la] madera que entran en su formación?.
El mismo acercamiento puede ser adoptado para con [lo que respecta] la conciencia. Considerad -por ejemplo- la conciencia de hoy [día]. Si algo existe inherentemente para representarle, ¿Está junto con la conciencia de esta mañana y la conciencia de esta tarde, o es diferente de ellas?. También el estado de la conciencia depende del objeto que percibe y para que algo sea "un objeto" requiere de una conciencia -para actuar como sujeto cognociente-.
Por ejemplo: al confiarnos a un objeto azul tenemos una percepción de azul y, puesto que la conciencia tiene un aspecto que puede percibir lo azul, el azul puede ser un objeto de percepción.
Así, porque el objeto y la conciencia que le percibe son dependientes mutuamente uno de otro, podemos estar seguros que no tienen existencia por sus propias partes.Los fenómenos que están en la categoría de no ser ni formas ni conciencias -id est cosas como el tiempo, [el] karma, [el] poder y demás- son, también, no-inherentemente existentes. Tomad -por ejemplo- el tiempo.
Un año es una etiqueta que ponemos sobre doce meses. Ahora, si este año -que existe sobre la base de doce meses- es inherentemente existente, debe existir como uno con sus partes o diferente de ellas. Llegamos a los mismos fallos lógicos. Como para con los fenómenos no-compósitos -impermanentes-, son también no-inherentemente existentes. El espacio por ejemplo, puede ser dividido en secciones norteña, sureña, oriental y occidental. Si existiese inherentemente, ¿lo haría como uno inherentemente con sus partes o como inherentemente distinto de ellas?
Incluso, [la] vacuidad misma existe en dependencia. Sin un fenómeno convencionalmente existente, no podemos hablar de la vacuidad -o naturaleza última- de tal fenómeno. [La] vacuidad es solo la naturaleza última de un existente convencional. Puesto que -así- depende de cosas convencionalmente existentes, podemos saber que no es inherentemente existente. Para tomar otro ejemplo, la verdad de la cesación del sufrimiento depende de la eliminación de sus objetos específicos de abandono; así, también puede ser entendida como no siendo existente inherentemente.
En breve, un fenómeno que no dependa de algo no puede existir. Si un fenómeno tiene existencia, tiene sus partes, secciones o puntos de referencia. Así, se dice que todas [las] cosas conocibles se subsumen bajo las dos categorías de "partes" y "poseedores de partes". Consecuentemente, podemos examinarles en [cuanto a] existencia inherente con el razonamiento siguiente:
¿Hay algo sobre ellas que represente inheremente lo que ellas realmente son y, si es así, es ésta entidad una -inherentemente- con, o separada de, la cosa y sus partes o puntos de referencia?
[Las] partes mismas, [en si] no pueden ser inherentemente existentes, puesto que son establecidas como "partes", por el [hecho de] ser poseídas por "el todo" y el "todo" -o poseedor de partes exempli gratia [una] mesa- es no-existente inherentemente, puesto que para ser establecido como tal (exempli gratia {como} una mesa) debe depender de las partes (exempli gratia patas, sobre, etcétera) que actúan como sus bases de designación. Si pensamos de esta manera en todo lo que existe, la prensión a [una] existencia inherente será minada y la mente que comprende la talidad -o vacuidad- aumentará y crecerá.
Este es el proceso conocido como el método para discernir la vista de la vacuidad por medio de los cuatro esenciales a través del poder del aplicar el razonamiento de: "la inherentemente existente realidad debe ser una con, o diferente de".
Y, pese a que hay muchos otros métodos -tal como [el de] los tres esenciales aplicados cuando se contempla [la] existencia inherente en términos de [la] originación dependiente, y [el de] los nueve esenciales aplicados cuando se contempla [la misma] en términos del razonamiento en siete puntos-, lo que he explicado antes es suficiente para dar una experiencia de [la] vacuidad y, por lo tanto, no versaré de estos otros métodos aquí.

B/ Al haber discernido la ausencia de ego, el mantener una atención de ello.

Como para mantener la atención-semejante-al-espacio durante las sesiones de meditación y, entre sesiones, la conciencia de las apariencias como siendo cual creación de mago (como se ha explicado antes), esto puede ser aplicado a cualquiera de los siguientes cuatro métodos:
(a) el mantener las alertas que son experimentadas por las gentes ordinarias, id est aquellas experimentadas por un principiante a través de[[l] estudio y [la] contemplación y la que es una comprensión inicial de [la] vacuidad;
(b) el mantener [la] absorción mental uni-puntualizada -samâtha-, con la vacuidad como sus objetos;
(c) el mantener [la] extra-percepción -vipâsyana- con [la] vacuidad como su objeto; y
(d) el mantener la atención de la unidad del gran gozo y [la] vacuidad, el que es el método expuesto dentro de los más Altos Tantras.Este corto tratado sobre cómo reconocer el objeto por ser refutado en la teoría de [la] vacuidad y sobre los razonamientos por ser aplicados con el fin de refutarle fácticamente, ha sido escrito para principiantes y -por lo tanto- persigue la satisfacción de los criterios de ser ambas cosas; fácil de leer y simple de practicar. Escribiré un tratado más elaborado para practicantes avanzados en fecha ulterior.

¡Ah!
El sol, amigo de la flores, alto planea en el cielo
ylanza un millar de rayos de luz;
La sabiduría, alta en el espacio de las escrituras sobre [la] vacuidad
mil haces irradia, con los cuales revelar el sentido de [la] verdad última.
Así se propaga una fiesta de miel de las tan bien dichas enseñanzas.
¡Ah! Por el poder de buen karma esto ha nacido.
Buddha Vajradhara otrora enseñó los tantras vastos y profundos;
mas en vista de su poder y sabiduría, no era grande hazaña.
¿No es más asombroso [el] que yo, con mi torpe mente,
Haya explicado aquí -en términos simples-
los pensamientos más sutiles del Gran Padre Lama Tsong Khapa?.
Ciertamente me asombra.
¡Oíd, oíd!
¡oh amigos que estáis cansados de derivar en el insondable océano de [la] existencia cíclica
-que bambolea en -sin fin- hileras de olas de sufrimiento y engaño,
lleno de monstruos marinos que hurtan las joyas de felicidad-!
¡Buscad, con celo, una comprensión de [la] vacuidad, la vista de no-ego,
y cruzad rápidamente hacia la isla de joya de [la] sabiduría que percibe todo lo que es!

El colofón:

Este opúsculo que explica la vista de [la] vacuidad -que fue pedido por Nangso Kyagyalwa-, fue escrito -para aquellos que son lo suficientemente afortunados [como] para tener interés y fe en el concepto de vacuidad y en las enseñanzas del Omnisciente Lama Tsong Khapa, un segundo buddha, y sus discípulos inmediatos-, por el monje Gyalwa Gendun Gyatso, cuando residía en Puntsok Thadak, Dupai Zhichen Jadab. ¡Que pueda generar un sentido de libertad en aquellos que le lean!.


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Dispelling Darkness from within the heart [sNing-nas-mug-pa-bSel-ba] by Gyalwa Gendun Gyatso the Second Dalai Lama. In: The essence of refined gold by the Third Dalai Lama with related texts by the Second and Seventh Dalai Lamas. (p.91-105)


Translated by Glen H. Mullin (c) Glenn H. Mullin, Dharamsala 1971


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traducido al castellano por el muy ignorante lobsang dawa, en Costa Rica, ca.1996 sarvamangalam

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